Cuenta la leyenda:
Ella de corasa gris apagaba el viento
Él de pecho blanco torneaba el frio del viento
Ella a su brazo se postro y se gunido, cerrando sus ojos
Él sonrojó su mano y a su palma calor le dio
Y sin darse cuenta:
Ella entre sus algoritmos soñolientos
Para él la via desaparecio
Tambien la musica, el paisaje y la gente
Solo sus caricias presentes
Solo su mirada sonriente
Solo su beso en la frente
Y en ese instante:
Ella era para él su mundo
Él era para ella algo descifrable.
ALEX CICERON BRICEÑO.
domingo, 24 de abril de 2016
martes, 29 de diciembre de 2015
Madrigal de dos amantes.
“Un
trovador en la plenitud de su musa,
puede
ser mas implacable que una bala”
Ir al encuentro, impaciente las
agujas del reloj
Valiente frente al escape, diseño
el adiós
Mi memoria hace un juego de tus
ojos
¡Mil bendiciones señor¡
Lo bien planeado es concebido a
la perfección
En mi ida, la noche retoza
sombras
Da lanzazos de anonimatos, huyo, sangre
en velocidad
Mi memoria dibuja tu sonrisa y mi fuerza da
Echando destino, voy rondando tus moradas
La eclosión de una ventana tu señal advierte
Bajas, palpo tus mejillas y tus labios
El tic tac cumple su naturaleza en el horizonte
Nuestras palmas en un vaivén expresan la libertad
Corremos en el viento mientras el sol nace.
ALEX CICERON
BRICEÑO
domingo, 13 de diciembre de 2015
VUELVE
Vuelve a menudo y tómame,
amada sensación, vuelve y tómame
cuando despierta del cuerpo la memoria,
y un antiguo deseo atraviesa la sangre,
cuando los labios y la piel recuerdan,
y sienten las manos que acarician de nuevo.
amada sensación, vuelve y tómame
cuando despierta del cuerpo la memoria,
y un antiguo deseo atraviesa la sangre,
cuando los labios y la piel recuerdan,
y sienten las manos que acarician de nuevo.
Vuelve a menudo y tómame en la noche,
cuando los labios y la piel recuerdan...
cuando los labios y la piel recuerdan...
Constantino Cavafis
jueves, 22 de octubre de 2015
...
Y te ame…
con la primorosidad
ese huracán de mis labios
Con esa sinfonía
Demente
De un cabello
En mi mano
Con esa perversidad
Canibelezca
De las aguas
En las carnes
Con ese lánguido
Abrazo
Que aun descoloraba
Tu vientre
Así, frenéticamente
Me desborde
En su cántaro
Tanto en el adonis
Que aun espero donde los muertos
Rememorando
El ruedo de mi cabeza
Fría
Devoto
A tu cuerpo
También sin cabeza.
ALEX CICERON BRICEÑO.
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